lunes, 7 de noviembre de 2011

Eutanasia ¿Merece la pena vivir?

La Eutanasia es la acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes enfermos o terminales, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. La eutanasia también es la muerte sin sufrimiento físico. Su objetivo es evitar sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de la vida a un enfermo. Para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo. Los principales defensores de la eutanasia son el sistema sanitario y el sistema judicial. 
- Desde el punto de vista medico, los médicos han participado en la toma de decisiones sobre el fin de la vida y actualmente es común suspender o no instaurar tratamientos en determinados casos, aunque ello lleve a la muerte del paciente. Sin embargo, a veces los médicos deciden por su propia parte si el paciente debe morir o no y provocan su muerte, rápida y sin dolor. Es lo que se conoce como limitación del esfuerzo terapéutico, limitación de tratamientos o, simplemente, eutanasia agresiva. Normalmente la eutanasia se lleva a cabo con el conocimiento y anuencia de los familiares y/o curadores del paciente. En medicina, el respeto a la autonomía de la persona y los derechos de los pacientes son cada vez más ponderados en la toma de decisiones médicas. La introducción del consentimiento informado en la relación médico-paciente, y para éstas situaciones, la elaboración de un documento de voluntades anticipadas sería una buena manera de regular las actuaciones médicas frente a situaciones hipotéticas donde la persona pierda total o parcialmente su autonomía para decidir, en el momento, sobre las actuaciones médicas pertinentes a su estado de salud.
- Desde el punto de vista jurídico, la despenalización de la eutanasia no significa obligatoriedad absoluta. No se puede imponer el criterio de un conglomerado al ordenamiento jurídico de todo un territorio, por lo que el derecho debiera asegurar los mecanismos para regular el acceso a la eutanasia de los pacientes interesados que cumplan unos requisitos especificados legalmente; así como de la legalidad y transparencia de los procedimientos.La sociedad moderna basa su ordenamiento jurídico en la protección de los derechos humanos. En este sentido, cada enfermo tiene derecho a decidir, informadamente, sobre los asuntos que pertenecen a una esfera tan privada como su cuerpo; y en virtud de esto, decidir cómo quiere seguir o no seguir viviendo.

Sin embargo hay unos grupos contrarios a la eutanasia, especialmente la iglesia católica. La iglesia defiende que la eutanasia es inmoral y atenta contra la vida al igual que, por ejemplo, el aborto. Esto nos lleva a una encrucijada ya que por una parte el enfermo tiene derecho a decidir su suerte pero, por otra, viola la Declaración de Derechos Humanos y por tanto la ley por lo que en varios países, incluido España, la practica de la eutanasia es ilegal.


Daniel Ricarte Canales.    

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